En Venezuela el aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado ha estado directamente influenciada por las dificultades económicas que presenta el estado, es por esta razón que las variaciones realizadas para subsanar dichas dificultades han incidido directamente en la recaudación esperada por parte de la Administración Tributaria, por tal razón, el solo hecho de la aprobación del presupuesto nacional por parte de la Asamblea Nacional también genera el indicador de cual sería el porcentaje de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado necesario para alcanzar las exigencias de dicho presupuesto en cuanto a recaudación fiscal se refiere.
El aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado se refleja en un primer momento en el aumento del costo de los productos adquiridos por los contribuyentes debido a que un incremento de la alícuota de dicho impuesto significa que de la misma manera se vera afectado el valor de los insumos de las empresas vendedoras o transformadoras de los productos adquiridos por los contribuyentes finales, así lo establece Dino Jarach (1993) cuando indica “ El contribuyente de derecho- se dice- tratará de transferir la carga del impuesto por vía de los precios del mercado en que actúa.” (p.338)
Maria Lorena Lobaiza, ( 2003 ), ratifica la observación practicada por Dino Jarach cuando indica:
Establecido el tributo, éste provoca una serie de reacciones entre los distintos agentes, las cuales pueden dar lugar a que poco tenga que ver la incidencia legal con quienes realmente terminan pagando el impuesto (incidencia económica). Esta diferencia ocurre debido a que la carga del impuesto es trasladada a otros agentes de la economía por aquellos sujetos que son legalmente gravados por la Hacienda Pública. (p.5)
Por las razones arriba descritas el aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado, al significar un aumento general de los productos gravados con este impuesto, genera un incremento en la inflación y por consiguiente una restricción por parte de los consumidores finales sobre la demanda de lo bienes y servicios, es decir, el aumento de la alícuota de este impuesto representa una reducción de la actividad económica y consecuentemente la reducción del poder adquisitivo de los contribuyentes.
Para Dino Jarach (1993) el aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado origina el siguiente efecto:
La estructura de cascada de este tipo de impuesto es la desigualdad de trato entre diferentes productos o bienes, motivada por algún propósito de política fiscal, sino como efecto de la diferencia del número de etapas a las que se ve sometida la mercadería desde la primera venta de materias primas, a través de etapas sucesivas de elaboración por empresas distintas y nuevas negociaciones mayoristas y minoristas, también entre empresas diferentes, hasta llegar al consumidor final (p.787)
Al implicar que el aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado signifique el incremento de la inflación, el encarecimiento de los productos como consecuencia del aumento del costo de la mercancía o de los insumos y la consecuente reducción de la demanda por parte de los consumidores finales, implica que el cumplimiento de las metas establecidas para la Administración Tributaria por el incremento de la alícuota de dicho impuesto solamente corresponde a valores nominales y no reales sobre el valor de la moneda en virtud de que al ser afectada la actividad económica por la reducción de la demanda de los consumidores finales, debido al ya mencionado encarecimiento de los productos, genera que el aumento de la recaudación fiscal del Impuesto al Valor Agregado por concepto del incremento de la alícuota de este impuesto represente solamente el ajuste inflacionario de los precios y no como consecuencia del aumento de actividad económica de los contribuyentes.
Por otra parte, la Secretaria General de la Comunidad Andina de Naciones (2001) indica lo siguiente sobre las altas alícuotas del Impuesto al Valor Agregado:
Es interesante observar que una tarifa alta del IVA no significa automáticamente una mayor recaudación. Esta última estará determinada por el nivel de exoneraciones o exenciones, la existencia o no de tarifas reducidas, la estructura del la norma, y el grado de evasión. (p.4)
Considerando los efectos del aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado sobre la recaudación fiscal, la Teoría de Arthur Laffer descrita por McConnell y Brue (2000) establece que “Unas bajas tasas de impuesto son compatibles con un recaudo tributario constante, e incluso más alto. De modo que el recorte de impuestos no ocasiona necesariamente déficit presupuestario”. (p. 350)
La reducción de la alícuota de manera significativa, originaría un incremento en la actividad comercial debido a que la reducción de la alícuota representaría una disminución de los costos de los productos o servicios adquiridos por los consumidores finales, al incrementarse la actividad comercial se produciría un incremento de las operaciones de compra y venta que indiscutiblemente se reflejaría en el aumento de la recaudación en virtud de que al multiplicarse las operaciones de compra y venta se generaría directamente un incremento de la facturación de los contribuyentes del Impuesto al Valor Agregado.
McConnell y Brue (2000) indican que :
Según el razonamiento de Laffer, la menor tasa de impuesto aumenta los incentivos para el trabajar, ahorrar, invertir, innovar y aceptar riesgos comerciales, lo que provoca la expansión del producto y el ingreso real. Esta ampliación de la base tributaria mantiene el recaudo de impuestos aunque la tasa de impuestos sea menor. (p.350)
Al representar la disminución significativa de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado el incremento de la actividad comercial y por consiguiente el aumento del volumen de recaudación de este impuesto, la recaudación originada no sería como consecuencia de la inflación, sino todo lo contrario, la recaudación estaría dada por el aceleramiento de la actividad comercial.
Al realizar la disminución de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado el incremento de la actividad económica también tendría incidencia en la recaudación y en el cumplimiento de la metas de recaudación de la Administración Tributaria por concepto del Impuesto Sobre la Renta, debido a que la obtener los contribuyentes mayor cantidad de ingresos y una reducción de los costos implicaría el aumento de la utilidad de los mismos y por consiguiente generaría la multiplicación de la base imponible de dicho impuesto.
Por otra parte, al incrementarse la actividad comercial de los contribuyentes incidiría en el aumento de las transacciones bancarias entre los mismos, originando el incremento de la recaudación en materia del Impuesto al Debito Bancario. Como se puede apreciar en las observaciones planteadas anteriormente, la reducción o incremento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado tiene una incidencia directa sobre el cumplimiento de las metas de la Administración Tributaria debido a los efectos que originan en el sistema tributario el cambio de dicha alícuota, el cual, origina un cambio radical en la recaudación fiscal y por consiguiente en las metas de la Administración Tributaria.
Otro de los elementos a ser considerados es la eficiencia de la Administración Tributaria para el cobro de los tributos, esta característica tiene influencia directa sobre la alícuota del Impuesto al Valor Agregado y en la recaudación fiscal, si la Administración Tributaria no es eficiente en el cobro de los tributos que administra origina por consiguiente el incumplimiento de las metas de recaudación establecidas por el estado, en consecuencia, cuando la alícuota del impuesto es elevada podría representar la diferencia existente entre la eficiencia de la Administración Tributaria en el cobro de los impuestos que administra.
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